Día Internacional del Chardonnay: por qué la “reina de las blancas” gana adeptos y altos puntajes

“Siempre estuvo ahí como la variedad blanca más importante en término de vinos finos, pero la evolución de los últimos años ha sido colosal. Hoy en la Argentina se están produciendo a partir de esta variedad algunos de los blancos más puros y cualitativos del nuevo mundo del vino, y en algún modo es una revolución”.
Quien opina es Juan Pablo Murgia, enólogo de las bodegas Otronia y Argentina, que recientemente fue distinguido por la revista Decanter. Pero ¿a qué hace referencia? A que hoy, 22 de mayo, se celebra el Día Internacional del Chardonnay, que recuerda que es una de las variedades más plantadas en el mundo, y que en los últimos años atraviesa un salto en calidad y diversidad notables.
“El Chardonnay debe su reputación a que es la base de vinos de gran prestigio a nivel mundial como son los Champagne y los blancos de Borgoña. Su plasticidad de adaptación a diversos climas hizo que sea cultivada en casi todas las regiones de vinos del mundo, alcanzando la segunda superficie de uvas blancas a nivel mundial”, destaca Pablo Cúneo, enólogo de la bodega Luigi Bosca. Actualmente, se estima que hay en el mundo 200.000 hectáreas plantadas con la reina de las blancas.
Uno de los factores que explican su presencia en prácticamente todas las regiones del mundo en las que se produce vino es su versatilidad: “El Chardonnay tiene una gran adaptabilidad a distintos climas y suelos –afirma Juan Roby, enólogo de la bodega Lagarde–. Muestra muy bien el terroir, pues en función del lugar y el clima es que varían los distintos aromas que ofrece”.
En términos sensoriales, retoma Cúneo, “se destaca por una paleta aromática que va desde frutos cítricos, notas herbales, florales y frutos blancos como ananás, manzana y duraznos. Según los estilos de elaboración, en la boca puede presentar perfiles que van desde lo mineral con una acidez marcada hasta vinos con un carácter cremoso y untuoso”.
“Creo que es la variedad con más capacidad de adaptación –sostiene Murguia, que produce Chardonnay tanto en Mendoza como en Chubut–. Se da muy bien en todos los terruños, permitiendo hacer desde masivos hasta los grandes vinos blancos del mundo”.
De lo que no hay dudas es que el Chardonnay que hoy se elabora en la Argentina está a años luz de los que se hacían hace tan solo un par de décadas. De eso dan cuenta los puntajes de la crítica internacional, que no han dudado en otorgar puntajes perfectos a vinos como el Adrianna Vineyard White Bones 2022, que el año pasado obtuvo 100 puntos del crítico californiano James Suckling.
“Ha habido un cambio desde esos Chardonnay sobremaduros, muy tropicales, con mucha madera, alcohol alto y una acidez no tan marcada, a vinos mucho más lineales y más frescos –comenta Roby, que apuesta por este último estilo en su Lagarde Proyecto Hermanas–. Esto ha sido posible porque cada vez se planta más Chardonnay en zonas altas, en Patagonia o cerca del mar, en busca de expresar el terroir, pero donde también se obtienen vinos de acidez más elevada y buen potencial de guarda”.
“La exploración y consolidación de los viñedos en las zonas altas y frías como elección para el cultivo de esta variedad fue clave para el desarrollo de grandes vinos –coincide Cúneo, que recientemente presentó el Chardonnay de súper alta gama Filos–. El trabajo vitícola y las decisiones de cosechas cada vez más tempranas, atentas a preservar y exaltar la expresión frutal y la acidez de las uvas colaboran en la obtención de vinos con perfiles frutales diversos y alcoholes más moderados”.
“El Chardonnay es la más plástica de las blancas: nos permite producir grandes vinos de guarda y maravillosos blends, pero también grandes vinos jóvenes, con elegancia –comenta por su parte Javier Lo Forte, enólogo de Pulenta Estate, que acaba de lanzar en este último estilo el La Flor Chardonnay–. El desafío de la elegancia radica en dos o tres decisiones: el momento de cosecha, el manejo de la fermentación y su temperatura y, por supuesto, el cuidado de la crianza en madera. El Chardonnay es un gran vino que soporta la madera, pero hay que ser muy cuidadoso en no excederse”.
beber con moderación - Prohibida su venta a menores de 18 años
lanacion